Receta imperdible, de esas que una vez que la haces, nunca la dejas de hacer.
En casa de mis padres, no había celebración sin una Quiche Lorraine... y es que si combinamos.... bacon, queso curado, cebolla caramelizada, nata y encima una base crujiente, donde predomina el sabor de la mantequilla.... ya de seguro que estaremos todos salivando.
En nuestro caso, adoramos comer la quiche fría, hasta recién sacada de la nevera, la verdad es que siempre está deliciosa. Os dejo la receta y algunas fotillos. Si tenéis duda de como hacer y cocinar la base, en este post, explico el proceso en detalle, aunque sea una base dulce, se procede de la misma manera.
Ingredientes masa:
1 taza de harina
¾ de taza de mantequilla fría
1 yema de huevo
1 o 2 cucharadas de agua muy fría
Ingredientes relleno:
8 trozos de bacon
1 cebolla
1 taza de nata
2 huevos
½ taza de queso gruyere rayado (o pecorino, o parmesano, o cualquier otro queso curado con mucho sabor).
Pimienta negra recién molida
Preparación:
Para la masa quebrada, arenamos la mantequilla con la harina y añadimos la yema. Amasamos muy poco y si hace falta más líquido agregamos un poco de agua fría. Guardamos en la nevera.
Papa el relleno, primero caramelizamos la cebolla, dejamos aparte. Ponemos a calentar el bacon en trozos hasta que salga la grasa y dejamos sobre un papel absorbente. Mezclamos la nata, los huevos, la mitad del queso y la pimienta negra. Horneamos a blanco la masa y dejamos enfriar. Ponemos sobre la base de la tartaleta horneada, la cebolla caramelizada y el bacon, añadimos encima la mezcla de nata y huevos y cubrimos con el resto del queso. Horneamos hasta dorar.
Espero que os guste y de nuevo, gracias por leerme.
Rumiana
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