Básicamente consiste en un pastel (bureko) elaborado con masa filo y relleno de crema pastelera (galacto = leche, que es la base de la crema pastelera), suele aromatizarse con vainilla, limón, y/o naranja y algunas personas también le ponen canela.
Puede hacerse en rollitos (la receta de hoy) o en forma de pastel grande (tipo baklava) que luego se corta en pociones.
Son un vicio, sobre todo si se sirve templado. Nosotros lo hemos probado en Grecia este año, aunque ya lo habíamos comido antes en restaurantes griegos en Madrid. Debo decir que en Grecia se ponen muy creativos, en algunos sitios le habían agregado pasas al relleno, en otros, licor al sirope, también le ponían más sirope por arriba al momento de servir. Es uno de los postres más famosos después del baklava.
Vale vamos al lío.
Galactobureko o γαλακτομπούρεκο
Ingredientes para 10 rollitos
- masa filó 250 gr. o 10 hojas
- 400 ml de leche
- 3 huevos
- 2 yemas de huevo aparte
- 200 gr de mantequilla fundida dividida en 100 gr. y 100 gr
- 100 gr de azúcar
- 75 gr de sémola de trigo muy fina o maicena si lo preferís, pues la sémola deja una mini sensación de grumitos.
- 1/2 cda de esencia de vainilla
Sirope o almíbar
- 1 taza o de azúcar
- 200 ml de agua
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1/2 cda de esencia de vainilla
Preparación
Batimos con las varillas a velocidad lenta, los huevos, las yemas, el azúcar, la leche, la sémola y la vainilla. Ponemos al fuego y revolvemos constantemente hasta que espese. Retiramos del fuego y añadimos 100 gr de mantequilla en dados, sin dejar de remover, hasta que la mantequilla se haya disuelto completamente. Ponemos en un bowl de metal o cristal, tapamos haciendo contacto con papel film (para que no haga costra) y dejamos enfriar completamente en la nevera.
Al meter la crema a la nevera hacemos el sirope juntando todos los ingredientes y dejando hervir 10 minutos, apartamos y lo dejamos tapado.
Derretimos en una cazuelita, los otros 100 gr de mantequilla que habíamos apartado.
Aparte cortamos las hojas de masa filó a la mitad, a lo ancho. Siempre hay que mantener la masa filó tapada con un paño húmedo de cocina, mientras se trabaja con ella, pues se seca muy rápido al contacto con el aire.
Cogemos una hoja de masa filó, la untamos con mantequilla derretida, ponemos otra arriba y untamos de nuevo con mantequilla (esto logra el efecto hojaldrado).
Ponemos dos cucharadas grandes de la crema pastelera ya fría, envolvemos, primero metiendo los bordes y luego enrollando, para que no se salga la crema. Disponemos los rollitos en una bandeja de horno (untada con mantequilla fundida), preferiblemente un Pyrex.
Una vez en la bandeja, los pintamos con mantequilla fundida y al horno, a 180 grados centígrados con aire.
Horneamos hasta que se pongan dorados, sacamos del horno y los bañamos con el almíbar poco a poco, tienen que absorberlo pero tampoco quedar flotando, yo lo hago con el pincel de cocina, rollito por rollito.
Están riquísimos.
Gracias por leerme.
Rumiana
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